Tabaco: con el foco puesto en la producción

El 31 de mayo es el Día Mundial Sin Tabaco, para generar conciencia sobre los efectos que el consumo produce en la salud.

Este año, la campaña de la Organizaición Mundial de la Salud (OMS) tuvo como lema «Cultiva alimentos, no tabaco», para visibilizar que el cultivo de tabaco es perjudicial para nuestra salud, la de los agricultores y la del planeta.

De acuerdo al organismo mundial, la industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco, con lo que contribuye a la crisis alimentaria mundial.

La campaña de este año pretende animar a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición.

Por otro lado, en nuestro país distintas organizaciones de la sociedad civil firmaron una declaración para solicitar a las diputadas y diputados nacionales que aprueben de manera urgente el proyecto de ley que versa sobre la ratificación del Convenio Marco para el Control de Tabaco de la OMS.

Hay muchas razones para hacerlo. Las principales son las siguientes:

  • en la Argentina cada año mueren 44.000 personas por enfermedades asociadas al tabaquismo
    que podrían ser evitadas,
  • más del 22% de la población adulta de nuestro país fuma, lo que representa una de las tasas
    más altas de la región,
  • a pesar de que la prevalencia del consumo de tabaco ha descendido en la última década, la
    mortalidad continúa siendo elevada y el consumo per cápita se ha mantenido estable en los
    últimos 15 años,
  • se destinan más de 30.000 millones de pesos a atender las enfermedades que provoca el
    consumo de tabaco, es decir alrededor de un 12% del gasto sanitario total,
  • 12 años es la edad promedio en la que niñas y niños se inician en el consumo,
  • la mortalidad atribuible al tabaco se observa principalmente en los países en desarrollo y que
    la carga que ello impone a las familias y a los sistemas nacionales de salud hace necesario que las
    políticas para el control del tabaco se constituyan en una prioridad en la agenda gubernamental de
    la región,
  • el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) es el primer tratado de salud pública
    mundial que vino a dar una respuesta global a la epidemia de tabaquismo,
  • 182 países son miembros del CMCT. Nuestro país es el único de Sudamérica que no es
    parte del tratado, ya que lo firmó en 2003 pero nunca lo ratificó,
  • el marco normativo nacional no es suficiente para la protección de la salud,
  • los Comités de Naciones Unidas para la Convención contra la Eliminación de todas Formas de
    Discriminación contra la Mujer, para el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el
    Grupo de Trabajo para el Examen Periódico Universal instaron a la Argentina a ratificar el CMCT
    para proteger el derecho a la salud de la población,
  • la ratificación del CMCT se vuelve esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo
    Sostenible,
  • es deber del Estado garantizar la salud como un derecho humano por encima de cualquier
    interés particular.

 

En síntesis, la ratificación del CMCT es necesaria para:

  • disminuir la carga de muerte, enfermedad y discapacidad ocasionada por el tabaquismo en
    nuestro país, especialmente de los sectores más vulnerables
  • garantizar a la población el acceso a la información y los tratamientos en cesación tabáquica.
  • enfrentar una epidemia global que necesariamente precisa de estrategias de cooperación
    internacional,
  • garantizar la transparencia de las relaciones entre el gobierno y la industria tabacalera y así
    evitar que las empresas obstaculicen la adopción de políticas efectivas para el control del tabaco,
  • buscar solución al contrabando de productos de tabaco de manera articulada con otros
    países,
  • obtener la asistencia necesaria para avanzar en la diversificación/sustitución de cultivos de
    tabaco, garantizando la salud y la sustentabilidad económica de los productores tabacaleros,
    especialmente los pequeños, y la protección del ambiente.
  • poder consensuar con los países vecinos políticas de restricción de publicidad, promoción y
    patrocinio transfronterizos,
  • participar en las decisiones de políticas globales para enfrentar la epidemia del tabaquismo.
  • cumplir con los tratados internacionales de derechos humanos que establecen la obligación
    de garantizar el nivel más alto de salud posible.

Para apoyar esta iniciativa de la sociedad civil y reclamar a la Cámara de Diputados la ratificación del Convenio Marco para el Control de Tabaco (CMCT) podés completar el formulario haciendo click acá.